Iturria: Sierra Salvada
La recogida del ganado muerto para evitar la expansión de la "enfermedad
de las vacas locas" ha provocado la estabilización de las poblaciones
reproductoras de buitre leonado (Gyps fulvus) después de más de tres
décadas de aumento continuo tras su protección legal en el año 1966.
También hemos constatado la disminución del éxito reproductor de las
parejas nidificantes, es decir el porcentaje de nidos de los que vuela
pollo. En Sierra Sálvada ha pasado de ser superior al 75% antes del
comienzo de la recogida del ganado muerto a inferior al 50% después del
mismo De los pollos que vuelan del nido muchos lo hacen desnutridos y
con poca capacidad de vuelo, por lo que muchos, en el mejor de los
casos, acaban siendo recogidos y trasladados a centros de recuperación
de fauna.
Mi amigo Álvaro Camiña y Reuven Yosef en el artículo "Effect of European Union BSE-related enactments on fledgling Eurasian Griffons Gyps fulvus", publicado en el año 2012 en la revista científica Acta Ornithologica,
explican que los jóvenes del año que llegan a los centros de
recuperación muestran claros indicios de haber sufrido desnutrición
durante su periodo de estancia en el nido. Llegaron a esa conclusión
tras estudiar las barras de crecimiento de la pluma central de la cola
de 47 jóvenes recogidos entre los meses de julio y septiembre en el
Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Fombera, La Rioja, antes
y después de la "crisis de las vacas locas". Las plumas de los jóvenes
recién volados reflejan fielmente la alimentación suministrada por sus
progenitores mientras se encontraban en el nido. La escasez de carroñas
no solo ha hecho disminuir el éxito reproductor del buitre leonado, sino
que también ha provocado que un porcentaje de los pollos que llegan a
volar hayan sufrido desnutrición, lo que seguramente afectará a su salud
y vida futura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario