«elegir entre el gas y el agua»
'Fracking ez' cifra en 2.119 los pozos necesarios para sacar gas
La plataforma alertó en las Juntas Generales del riesgo de contaminación de este sistema
18.04.12 - 02:22 -
Hacen falta 2.119 pozos para sacar el gas del subsuelo
alavés a través del sistema 'fracking', según explicó ayer Mikel Otero,
portavoz de la plataforma contra este sistema de extracción, en su
comparecencia en las Juntas Generales de Álava. La cifra se obtiene de
las reservas estimadas en territorio alavés, de 180.000 millones de
metros cúbicos. Los argumentos que desgranó Otero pretendían demostrar
que el Gobierno vasco se ha convertido en principal impulsor del
proyecto, pero que en él, sólo se tienen en cuenta las variables
económicas y técnicas en cuanto a su rentabilidad, mientras que las
medioambientales han quedado apartadas. Puso como ejemplo, que «los
nueve permisos que se tramitan en Álava afectan al 90% del territorio».
El portavoz de 'Fracking ez Araba' explicó, asimismo, que
este sistema exigirá millones de metros cúbicos de agua, «que quedará
contaminada en el subsuelo alavés». Este material corre el riesgo de
«afectar a los 55 pozos abiertos para otras actividades» y apostó por
«elegir entre el gas y el agua».
Otero asumió que las actuaciones realizadas hasta ahora
son reversibles, «pero no cuando se empiece a fracturar», e insistió en
los riegos de esta actividad. Se remitió a los estudios realizados en
Estados Unidos, donde la técnica lleva implantada ya varios años.
Recordó los accidentes que se producen por desbordamiento de las balsas
que contienen lo materiales contaminantes, la filtración de gas a los
pozos ya existentes, los problemas de sellado y alertó de que «durante
el primer año se obtiene el máximo rendimiento, pero luego la tasa
productividad baja entre un 60 y un 80%, así que la vida útil de un pozo
viene a ser de siete años y para seguir extrayendo el gas, hay que
construir uno nuevo». Cada pozo ocupa una superficie de unas dos
hectáreas en el terreno.
Otero recordó que la extracción del gas alavés no debería
ser una cuestión económica, sino de «apuesta por otro modelo
energético». Puso como ejemplo los casos de Francia o Bulgaria donde
«han prohibido está técnica» o el de Dinamarca «donde también hay gas de
este tipo, pero han decidido que en 2050 toda su energía procederá de
fuentes renovables».
Por otra parte, los grupos municipales del PNV y Bildu
mostraron su malestar con los ponentes elegidos para las jornadas sobre
fracking organizadas la próxima semana por el Gobierno vasco, la
Diputación y el Ayuntamiento.
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