La foca, la estrella del puerto
Decenas de personas acudieron con cámaras para fotografiarla. El animal parece que se halla en buenas condiciones y que sólo busca recuperarse del largo viaje realizado
09.01.12 - 01:57 -
Apenas lleva 36 horas en Donostia y algunos ya quieren bautizarle. «Bigotes», «Bigotón»... son algunos de los nombres que empiezan a escucharse entre los curiosos que se arremolinan para ver a la foca gris que el sábado por la tarde llegó al puerto donostiarra. Ella, ajena a las miradas, continúa recuperándose de la paliza que le ha supuesto viajar desde el norte de Francia o sur de las islas británicas hasta este rincón del Golfo de Bizkaia. La foca seguía ayer en el puerto donostiarra, donde volvió a concitar la mirada de decenas de curioso que acudieron a la dársena solo para verla.
En las últimas horas, el animal ha buscado un lugar más cómodo que la embarcación a la que se subió nada más llegar. Ayer cambió de ubicación y estuvo toda la mañana tumbado en un pantalán del muelle central del puerto. «Es un buen síntoma que se haya movido. Todo parece indicar que lo que busca es descanso. Seguramente, estará agotada de su larga travesía. Además, lo habrá hecho en unas condiciones de mar adversas, lo que todavía dificulta más el desplazamiento», señala Isabel Guzmán, bióloga donostiarra que sigue de cerca la evolución del animal.
Guzmán posee una dilatada experiencia en el cuidado de esta especie. No en vano ha tenido una participación directa en la recuperación de parte de los ejemplares que en las dos últimas décadas han llegado a la costa guipuzcoana. Algunos de aquellos individuos fueron curados y alimentados en el centro Arrano Etxea y en el Aquarium, antes de ser devueltos al mar.
La evolución de la foca en las últimas horas hacer pensar a los expertos que en cuanto haya descansado el tiempo necesario volverá a hacerse a la mar y es más que probable que retorne a la colonia en la que nació o alguna otra próxima.
Las focas tienen una enorme capacidad para desplazarse. En 2007, una de la especie ártica recaló en las costas vascas. Llevaba un transmisor en la espalda y gracias a él se supo que había sido recogida en El Aaiún, en septiembre de 2006, en un estado deplorable. Allí, sin embargo, gracias al trabajo de un responsable del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje del Cabildo de Gran Canaria, fue curada y puesta en libertad. El animal fue devuelto al mar en el norte de Escocia. Antes de su suelta se le instaló el transmisor, con la esperanza de seguir de cerca su itinerario. El recorrido en los primeros días parecía acercarle al Ártico, pero finalmente tomó dirección sur y después de recorrer 2.000 kilómetros llegó a Ondarroa.
Isabel Guzmán reitera que no se moleste al animal que descansa en Donostia. «Hay que dejarle tranquilo y no conviene acercarse a él. Es un animal salvaje y puede atacar en cualquier momento».
Ayer llegó otra foca, esta vez al puerto de Bermeo, donde se le vio cómo devoraba un pez.
Fotos, aquí.
Pese a que se ha publicado que se trata de una foca gris Halichoerus grypus, debido probablemente a que es la especie más habitual (en realidad, la única especie habitual) de foca en nuestra costa, a la vista de las fotos publicadas nos inclinamos más por una foca barbuda Erignathus barbatus, especie propia de las costas canadienses.
ResponderEliminarEfectivamente, no bien hemos terminado de escribir el comentario anterior cuando un colaborados nórdico, buen conocedor de estos mamíferos nos ha confirmado la identificación.
ResponderEliminarÉsta es su respuesta:
Esta phoca es un Erignathus barbatus, que es una especia arctica (no neceseriamente de americana), tal vez un individuo immaduro (no tengo informacion aqui para identificar su edad).
Son normalmente muy tranquilos en presencia de humanos.
Saludos
Stefán
Hemos sabido hace unos momentos que AMBAR ya había corregido la identificación de la foca de Doostia horas antes de escribir nosotros estos comentarios, que, naturalmente, ahora están completamente de más.
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